IN-PRESENTABLE. La Casa encendida. Madrid, 23.06.12
Me invitaron a participar dentro del Festival In-presentable en Blackmarket for Useful Knowledge and Non-Knowledge. “Un encuentro al final del mundo tal y como lo conocemos”. La Casa encendida. Madrid, 23 junio 2012. Una interesante forma de trabajar en la que intervine con mi propuesta “La tierra sigue girando”
Todos los BLACKMARKET se crean allí donde tienen lugar y en cada sitio abordan un tema distinto. Expertos de todo tipo tratan el tema elegido desde sus respectivos campos.
Imagina 80 partículas de conocimiento emergiendo a la vez para formar una acción insólita basada en la transferencia de lo que cada uno sabe. Si pensamos en la trasferencia de conocimiento como un acto a la vez comunicativo y performativo podríamos decir que lo que sucede es una narración colectiva desde el conocimiento susurrado: uno a uno, desde mi hacia ti.
BLACKMARKET for Useful Knowledge and Non-Knowledge “BLACKMARKET para el Conocimiento y el No-Conocimiento útiles” es una producción temporal y una muestra que pone a prueba distintas formas narrativas que tienen que ver con la mediación del saber y la experimentación de estas formas. En cada una de las mesas individuales habrá expertos relacionados con las artes escénicas que han sido invitados para compartir, con quien esté interesado, una pequeña porción de su saber. El público, cada espectador, es también un cliente que puede “reservar cita” o incluso varias para para así tener una experiencia más plural sobre el tema que se propone.
El subtítulo que indica el tema es en esta ocasión: “Un encuentro al final del mundo tal y como lo conocemos”. Cada una de estas palabras plantea problemas y por ello mismo sugiere vías diferentes de pensamiento y reflexión. “Un encuentro” hace referencia tanto a la multitud que constituimos todos, así como a las reuniones íntimas entre 80 expertos y los espectadores, a la forma misma en la que BLACKMARKET se despliega. Para “el final del mundo”caben muchas interpretaciones: ¿el final de una forma de entenderlo, de relacionarse con él, de imaginarlo, del mundo real cotidiano en el que vivimos que se viene abajo o el que estamos construyendo de nuevo? Y “tal y como lo conocemos” problematiza la posibilidad de determinar cómo lo conocemos y si ésta actividad se puede adscribir a un “nosotros” ¿Podemos hablar de experiencia compartida, de una colectividad a la que ese “nosotros” hace referencia? ¿O sería preferible entenderlo como un conjunto de conocimientos y experiencias irremediablemente individuales? El eje que une todas estas preguntas es la radicalidad: tanto la pensada, como la practicada, la que va a la raíz del asunto, la que va más allá de lo previsto o la que señala un umbral entre el fin de algo y el comienzo de otra cosa.
